Activación diaria

La proporción de tiempo que se debe dedicar a cada estadio de activación puede variar según la edad,

Encuentra tu equilibrio

  1. Alto nivel de activación: Durante este estadio, experimentamos un aumento de la energía y la concentración, lo que nos permite realizar tareas que requieren un esfuerzo físico o mental intenso. Por ejemplo, hacer ejercicio, resolver problemas complejos o enfrentar situaciones de estrés. En este estado, nuestro cuerpo libera hormonas como la adrenalina y el cortisol, que nos ayudan a mantenernos alerta y enfocados.
  2. Nivel medio de activación: Este estadio es ideal para realizar tareas que requieren atención sostenida pero no un esfuerzo extremo, como leer, estudiar, trabajar en proyectos o interactuar socialmente. Durante este periodo, nuestro cuerpo y mente están en un estado de equilibrio, lo que nos permite mantener un ritmo constante y ser eficientes en nuestras actividades.
  3. Bajo nivel de activación: Es fundamental para permitir que nuestro cuerpo y mente se recuperen del estrés y la fatiga acumulada a lo largo del día. Durante este estadio, nos relajamos, descansamos y dormimos. Aquí, nuestro organismo se dedica a la reparación celular, la consolidación de la memoria y el mantenimiento de funciones vitales. La hormona melatonina, que regula el sueño, se libera en este estado.

Es esencial equilibrar estos estadios de activación a lo largo del día para mantener una vida saludable y productiva. Escuchar las señales de nuestro cuerpo y adaptar nuestras actividades según nuestras necesidades nos permitirá alcanzar un equilibrio adecuado entre el descanso y la actividad, y así, garantizar nuestro bienestar físico y menta

Algunos ejemplos de problemas complejos pueden incluir:

  1. Desafíos profesionales: En el trabajo, es posible que debamos resolver problemas complejos relacionados con la gestión de proyectos, la toma de decisiones estratégicas, la innovación de productos o la resolución de conflictos entre colegas.
  2. Relaciones personales: En nuestras relaciones, a veces nos enfrentamos a problemas complejos, como la comunicación, la solución de conflictos, la toma de decisiones importantes o la negociación de diferencias culturales o de valores.
  3. Decisiones de vida: Tomar decisiones importantes sobre nuestra educación, carrera, finanzas, salud o vida familiar también puede involucrar la resolución de problemas complejos.
  4. Desafíos sociales y globales: Resolver problemas complejos también es crucial en la búsqueda de soluciones a desafíos sociales y globales, como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático o la política internacional.

Resolver problemas complejos es una habilidad esencial que nos permite enfrentar y superar desafíos en nuestras vidas personales y profesionales, así como contribuir al desarrollo y bienestar de nuestra sociedad

La proporción de tiempo que se debe dedicar a cada estadio de activación puede variar según la edad, las necesidades individuales y el estilo de vida de cada persona. Sin embargo, aquí tienes una orientación básica:

  1. Activación alta: Dedica alrededor del 3 horas de tu tiempo diario a actividades que requieran de alta energía, como el trabajo, el ejercicio físico intenso o la resolución de problemas complejos.
  2. Activación moderada: Asigna aproximadamente el 10 horas de tu tiempo a actividades de intensidad media, como las tareas del hogar, el estudio, la socialización o actividades recreativas ligeras.
  3. Activación baja: Reserva alrededor del 11 horas de tu tiempo para el descanso, la relajación, la nutrición y el sueño, permitiendo así a tu cuerpo recuperarse y reponer energías

Cronología diaria

  1. Mañana (Bajo a Medio nivel de activación): Comienza el día con actividades de bajo nivel de activación, como despertarse lentamente, estirarse o realizar una breve meditación. A medida que avanza la mañana, aumente su nivel de activación participando en actividades de nivel medio, como trabajar, estudiar o realizar tareas domésticas.
  2. Mediodía (Nivel medio de activación): Continúa con actividades de nivel medio, como trabajo, estudio o tareas, pero asegúrese de incluir un descanso para almorzar y quizás un breve paseo o actividad física ligera.
  3. Tarde (Medio a Alto nivel de activación): Después del mediodía, puedes aumentar su nivel de activación participando en actividades más intensas, como hacer ejercicio, asistir a reuniones o realizar tareas que requieran un mayor enfoque mental o físico.
  4. Atardecer/Temprano en la noche (Medio a Bajo nivel de activación): A medida que se acerca la noche, es importante comenzar a reducir tu nivel de activación. Dedica tiempo a actividades de ocio que te gusten, ya sean activas o relajantes, y asegúrese de cenar.
  5. Noche (Bajo nivel de activación): Antes de dormir, es fundamental disminuir aún más su nivel de activación para prepararse para un sueño reparador. Realiza actividades relajantes como leer, escuchar música suave, estirarse o practicar técnicas de relajación.

Recuerda que estas sugerencias son solo un punto de partida y que cada persona es diferente. Lo más importante es encontrar un equilibrio que funcione para tí y que le permita mantener una vida saludable y satisfactoria.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pensamiento
Política de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Más información sobre política de privacidad: Política de privacidad.